Dejo Puno en solitario ya que Xavier y Olivia deciden quedarse un día más para hacer un poco de turismo en esta ciudad. La salida la hago por toda la costa noroccidental del Lago Titicaca por lo que a pesar del fuerte sol que hacía, podía más el helado viento que soplaba por estos lares. A tal punto que congelaba toda mi cara y mis manos.
Unas pocas subidas entre montañas que desfilan hasta las orillas del lago y unos cuantos kilómetros y llego al pueblo de Acora donde desvío hacía Charcas para ir en busca de las playas que tanto me recomendaron de este lugar.
Pero al llegar me encuentro con una pequeña playa pública y dos hoteles europeos que se salen de todo presupuesto. Sigo mi rumbo por una carretera destapada en medio de caseríos y cada vez más alejándome de la orilla del lago. Después de unos 20 agotantes kms vuelvo a la carretera principal y termino el día en Ilave para descansar.
Unas pocas subidas entre montañas que desfilan hasta las orillas del lago y unos cuantos kilómetros y llego al pueblo de Acora donde desvío hacía Charcas para ir en busca de las playas que tanto me recomendaron de este lugar.
Pero al llegar me encuentro con una pequeña playa pública y dos hoteles europeos que se salen de todo presupuesto. Sigo mi rumbo por una carretera destapada en medio de caseríos y cada vez más alejándome de la orilla del lago. Después de unos 20 agotantes kms vuelvo a la carretera principal y termino el día en Ilave para descansar.
Siguiente día sigo mi rumbo hacía la frontera por una carretera que viajaba más cerca al lago y con mejores vistas que las que tuve el día anterior, tenía pensado cruzar la frontera este mismo día pero decido quedarme un último día y acampar por última vez en Perú, pero no iba a acampar en cualquier cancha de fútbol, ni en ninguna comisaría ni mucho menos, tenía que cerrar con broche de oro y lo hago en una pequeña playa donde me adentro empujando a Koga difícilmente por la arena hasta llegar a un lugar encerrado por un pequeño acantilado.
Hago mi carpa y me dispongo a disfrutar de uno de los atardeceres más espectaculares que he tenido en medio del sonido de las olas golpeando las piedras a la orilla. Caída la noche al horizonte se podía divisar una tormenta con relámpagos tan fuertes que iluminaban todo el lago y truenos tan poderosos que retumbaban la tierra. Al siguiente día un cielo despejado y una mañana con un sol radiante son lo primero que se asoman a través de la pequeña entrada de mi carpa. Una mañana tan tranquila y hermosa que dan tiempo para lavar ropa y darse un chapuzón en el lago, luego un buen desayuno, recoger carpa y comenzar el día de la mejor manera. Rumbo al puesto de migración peruano para sellar la salida.
Hago mi carpa y me dispongo a disfrutar de uno de los atardeceres más espectaculares que he tenido en medio del sonido de las olas golpeando las piedras a la orilla. Caída la noche al horizonte se podía divisar una tormenta con relámpagos tan fuertes que iluminaban todo el lago y truenos tan poderosos que retumbaban la tierra. Al siguiente día un cielo despejado y una mañana con un sol radiante son lo primero que se asoman a través de la pequeña entrada de mi carpa. Una mañana tan tranquila y hermosa que dan tiempo para lavar ropa y darse un chapuzón en el lago, luego un buen desayuno, recoger carpa y comenzar el día de la mejor manera. Rumbo al puesto de migración peruano para sellar la salida.
Ya del lado boliviano sello mi entrada y sigo rumbo a Copacabana donde descansaría los siguientes 3 días y donde me reencontraría con Xavier y Olivia. Luego de 3 días conociendo nueva gente y conociendo un poco al frío y poco atento boliviano sigo mi rumbo hacía La Paz, ciudad a la que no tenía en mi ruta sino hubiera sido por un incidente que tuve con la estufa dejándola totalmente inservible. Lo bueno es que contaba de nuevo con la compañía de Xavier solamente ya que Olivia llegaría a La Paz en bus por cuestiones de salud.
Iniciamos el recorrido con un fuerte ascenso hasta los 4300 mts y luego por una serie agotante de subidas y bajadas, en medio de unos paisajes espectaculares donde por momentos teníamos al Titicaca a nuestra derecha, por momentos a nuestra izquierda y en dos ocasiones a ambos lados.
Un cruce en ferry, el segundo de Koga, más vistas de este inmenso lago y uno que otro bus imprudente hacen de este día un recorrido agotante pero muy agradable a la vista.
Terminamos el día acampando en una cancha de fútbol en medio de un fuerte viento que nos congela hasta los huesos lo que nos hace preparar antes de las 6 la comida y meternos lo más rápido posible a nuestras carpas para al siguiente día continuar hacía La Paz. La ruta hacía La Paz la hacemos en medio de una carretera un poco más aburrida con mucho camión, polvo y muchos tramos de la vía en reparación.
Lo único rescatable fue el haber tenido a nuestro lado una cadena de nevados que radiaban bajo el sol con sus imponentes picos y su blanca nieve.
Iniciamos el recorrido con un fuerte ascenso hasta los 4300 mts y luego por una serie agotante de subidas y bajadas, en medio de unos paisajes espectaculares donde por momentos teníamos al Titicaca a nuestra derecha, por momentos a nuestra izquierda y en dos ocasiones a ambos lados.
Un cruce en ferry, el segundo de Koga, más vistas de este inmenso lago y uno que otro bus imprudente hacen de este día un recorrido agotante pero muy agradable a la vista.
Terminamos el día acampando en una cancha de fútbol en medio de un fuerte viento que nos congela hasta los huesos lo que nos hace preparar antes de las 6 la comida y meternos lo más rápido posible a nuestras carpas para al siguiente día continuar hacía La Paz. La ruta hacía La Paz la hacemos en medio de una carretera un poco más aburrida con mucho camión, polvo y muchos tramos de la vía en reparación.
Lo único rescatable fue el haber tenido a nuestro lado una cadena de nevados que radiaban bajo el sol con sus imponentes picos y su blanca nieve.
Ya llegando a La Paz una fuerte lluvia pone a prueba nuestra resistencia y luego de 15 casi interminables kms cruzamos lo que se llama El Alto para comenzar la bajada hacía el centro de la ciudad y reencontrarnos con Olivia y yo poder buscar mi estufa.
Una noche para descansar y seguir el rumbo hacía Oruro y seguido el Salar de Uyuni. La verdad es que La Paz no tiene nada interesante y a mi parecer una ciudad poco atractiva y desordenada.
Una noche para descansar y seguir el rumbo hacía Oruro y seguido el Salar de Uyuni. La verdad es que La Paz no tiene nada interesante y a mi parecer una ciudad poco atractiva y desordenada.